Lo que realmente cuesta hacer un piso

Hacer un piso cuesta mucho menos de lo que piden los promotores. El margen de beneficio que tienen es realmente abusivo como demuestra esta noticia.

Aquí un constructor generoso y justo vende las casas al precio de coste, ni más ni menos. El resultado es que sus pisos valen 5 veces menos que los de otras promociones. Este hombre, un verdadero Robin Hood más que "Pocero", es la excepción de la regla al reducir su margen de beneficio a la mínima expresión.

Con el resto de las promociones ya se sabe lo que pasa, sus márgenes de beneficio son espectaculares. Pero mientras la gente les compre las casas, ¿porqué no? El problema es que la situación ha cambiado y cada vez se venden menos casas, no hay más que irse a las estadísticas del Banco de España para ver como cada vez se firman menos hipotecas.

La ventaja de que los márgenes de beneficio sean amplios, les da la posibilidad a los promotores de rebajar los precios si quieren seguir vendiendo a buen ritmo. Es decir, el precio de la vivienda nueva tiene bastante recorrido a la baja sin que los promotores pierdan dinero.

La burbuja inmobiliaria en la tele

El tema de la Burbuja Inmobiliaria es un asunto tabú para el medio de comunicación masivo por excelencia, la televisión. Que los datos que pronostican el fin de los excesos inmobiliarios, el agotamiento de nuestro modelo económico, y con ello la caída de los precios de la vivienda, no lleguen al gran público es una preocupación de las autoridades que dirigen el país, me refiero al Gobierno, los partidos políticos, los Bancos, las grandes fortunas, etc...

El objetivo es hacer que la gente crea que la vivienda sigue siendo una inversión segura, un activo que nunca baja de precio, para que se siga mantenteniendo el país sobre la construcción. Sin embargo la situación cada vez es más clara y no da lugar a dudas, la vivienda tiene que bajar de precio, y por eso se ha emitido este documental en TV3.

Para alguien que se mueva por internet en los foros sobre actualidad inmobiliaria lo que se dice en el documental no es nada nuevo, nada que no se conozca desde hace tiempo. Lo realmente importante es el hecho de que gran parte de las ideas que apuntan hacia la crisis inmobiliaria en España se vean en televisión.

Porque toda esta información sobre el crack inmobiliario si se queda restringida en un grupo minoritario no sirve. Es vital que sea de dominio público, que llegue a los que están pensando en comprar una vivienda, que la conozcan y que en función de esta tomen la decisión más acertada con respecto a la inversión más importante de una familia media, que es la compra de su vivienda.

Ahora no es el momento de comprar, y si se hace se deben negociar sin tapujos las rebajas oportunas, sin miedo porque cada vez la oferta de vivienda es mayor y la demanda está estancada. El futuro comprador no debe dejarse engañar por la opinión generalizada de que es metafísicamente imposible que la vivienda baje de precio.

Mientras más gente sea consciente de como es la situación real del mercado inmobiliario, antes se llegará a normalidad tras la bajada de precios correspondiente.

Se espera el cierre de 3 de cada 10 agencias inmobiliarias

Está bastante claro que se está produciendo un frenazo en la venta de inmuebles. La primera consecuencia es inmediata, la asociación de expertos inmobiliarios avisa de que en los próximos meses cerrarán 3 de cada diez agencias inmobiliarias. He aquí la noticia.

Ponen algunas medidas para que la agencias se salven de la criba, pero la más clara no la dicen, que es la de convencer a los vendedores de que bajen sus precios. Deberían hacer bien su trabajo como intermediarios para hacer ver a los propietarios que el mercado tira para abajo. Sólo así podrán realmente hacer que el número de compra-ventas no disminuya y poder sobrevivir.

Y es que demanda hay, pero insolvente, es decir no puede afrontar los abusivos precios que piden por la vivienda tras años de subidas expectaculares.Y menos aún cuando el euribor no para de subir encareciendo las cuotas hipotecarias.

La construcción de viviendas no puede parar

Ahora empiezan ha asomarse los problemas de elegir un modelo económico equivocado años atrás. Se ha potenciado en extremo la construcción, de tal manera que ahora construimos más viviendas que las que se hacen en Alemania, Inglaterra y Francia juntas, lo cual es una absoluta locura pues somos un país con mucha menos población que los anteriores.

Antes del 98 se construían muchas menos viviendas, ni la mitad que ahora, y el Gobierno fomentó el acelerón de la construcción para crear empleo y hacer crecer la economía. Grave error, pan para hoy y hambre para mañana, como se suele decir. El dinero barato con tipos de interés bajos permitió este despegue constructivo. Pero ahora los tipos han subido, no es tan fácil conseguir una hipoteca y los plazos de venta se alargan.

Los constructores han puesto el dedo en la llaga como reflejan las noticias de Invertia y El País. Si se frena la maquinaria constructiva se perderán puestos de trabajo, es decir, que si el Gobierno quiere que no se pierda el empleo creado debería seguirse con el actual ritmo de construcción. Pero es que eso mismo es imposible, nuestra población no puede absorber tal cantidad de viviendas año tras año, y menos a los precios actuales.

El ritmo de construcción de viviendas deberá frenarse lo quieran los constructores o no y eso traerá el paro. Ellos mismos calculan que si se dejan de construir 100.000 viviendas al año se pierden 200.000 empleos. Haciendo grandes números si ahora se inician más de 800.000 viviendas al año y lo que puede absorber nuestra población se estima en 300.000 viviendas, pues son un millón de empleos los que se esfuman.

La vuelta a la normalidad será dolorosa y traumática, más si el ajuste es brusco. Este ajuste podría ser más suave si la vivienda bajase de precio y la demanda que ha quedado fuera del mercado pudiese comprar el exceso de vivienda, mientras el ritmo de producción desciende y los parados de la construcción se recolocan en otros sectores.

Tener un mercado bloqueado por los altos precios de la vivienda, con largos plazos de venta puede ser catastrófico, hay que dar salida a lo que se construye o las ciudades fantasmas y los edificios a medio construir empezarán a adornar el país por doquier. Hay que recordar que ya hay 3 millones de viviendas vacías en España.