miércoles, abril 17, 2013

La vivienda seguirá bajando de precio por cuestiones demográficas

Al igual que ocurre en Japón desde los años 90 la caída del precio de la vivienda es bastante probable que se alargue durante muchos años en España.

Los gobernantes españoles han decidido salir de la burbuja inmobiliaria a la japonesa. Es decir, adoptando medidas para frenar todo lo posible la caída del precio de la vivienda. Sin embargo la realidad es bastante tozuda, y se trata de una batalla perdida ante la situación del país.

La clave principal que hace que los precios vayan a seguir bajando es la drástica reducción en la creación de hogares, que es lo que se indica en este artículo.

Lo niños y niñas que no nacieron en el pasado no están en el presente actual para crear hogares y comprar viviendas. Y el Gobierno y el resto de mandatarios podrán poner todas las medidas en funcionamiento que crean oportunas para sostener el mercado inmobiliario, pero no se pueden inventar de la noche a la mañana a millones de nuevos habitantes dispuestos a comprar casas.

Por otro lado todas estas medidas que se toman para sostener el mercado inmobiliario deprimen el resto de los sectores productivos que no tienen que ver con el ladrillo, y por lo tanto enquista la crisis económica aún más y durante más tiempo. Por esta razón la posibilidad de que millones de inmigrantes vuelvan a incrementar la población española es inverosímil, más bien lo que pasará es que los que están en España se irán a otros países, como ya hace parte de la población nativa española.

Las autoridades europeas han intentado que en España se tomen medidas para que la vivienda baje rápidamente de precio hasta llegar al nivel de equilibrio que hay en el resto de países de nuestro entorno que tienen economías sanas, pero el coste electoral que supone adoptar dichas medidas en España es bastante alto, pues el porcentaje de propietarios de vivienda con respecto a los que viven de alquiler es extremadamente alto con respecto al resto de Europa. Por eso las autoridades españolas prefieren una salida lenta y agónica de la crisis.

Lo correcto sería bajar lo antes posible los costes inmobiliarios que tienen que soportar los sectores productivos que no tienen que ver con el ladrillo:
- El precio de alquiler de locales y naves industriales que soportan las empresas.
- El coste de la vivienda en propiedad y en alquiler de los empleados, porque si éstos son altos los empleados también le exigen al empresario sueldos altos. Y si los sueldos pudiesen ser más bajos las empresas podrían ser más competitivas.

Resulta absurdo que los mandatarios españoles se esfuercen en retrasar lo inevitable, la caída del precio de la vivienda. Es inevitable porque si se analiza la pirámide de población española está claro que hay y habrá demasiadas viviendas para tan poca demanda. Y ya que es inevitable, ¿Porqué no tienen el valor de rebajar de una vez por todas los costes inmobiliarios y permitir que la economía se recupere? Simplemente se trata de una cuestión de querer mantenerse en el poder, porque el coste electoral es muy alto.