viernes, enero 13, 2012

Bajar precios inmobiliarios para competir mejor

Para que España salga de la crisis debe tener una economía más competitiva que permita crear productos a menor precio que el de los países de su entorno. Dentro de esta economía se pueden crear más empresas y reducir así el paro.

Las empresas tienen una serie de gastos como son las materias primas que utilizan para crear sus productos, la electricidad, los salarios de sus empleados, el coste del local o nave industrial, etc.

Todos estos gastos se repercuten en el precio final de los productos de la empresa. Precio al que además se le suma el margen de beneficio para tener el precio de venta definitivo. Obviamente sin beneficio la existencia de una empresa no tiene sentido.

Las empresas españolas tienen el problema de soportar unos costes inmobiliarios relativamente más altos que los de los países de su entorno. Esto se ve en la siguiente imagen, donde se observa que los países más competitivos son aquellos en los que menos han subido los costes inmobiliarios desde 1970. La comparación con Alemania es bastante llamativa, de hecho los resultados económicos de este país pese a la crisis son excelentes.

Además hay que tener en cuenta que el coste inmobiliario que soportan las empresas incluye dos conceptos, el directo que es el coste del edificio/s donde se ubica la empresa, y el indirecto que es el coste que pagan los empleados por su vivienda. Es decir, parte del sueldo del empleado se usa para vivienda (pagar la hipoteca, el alquiler y/o otros costes de la vivienda)

Los niveles tan altos de cuotas hipotecarías y alquileres, suponen que la gente no pueda trabajar si no es por un sueldo bastante más alto de lo que podría ser si el coste de la vivienda fuese razonable. Y este hecho hace que las empresas españolas no sean competitivas.

La gráfica anterior demuestra el daño que han hecho las políticas económicas que han beneficiado al ladrillo. Se ha ido perdiendo competitividad con respecto los precios inmobiliarios subían.

La forma más rápida de salir de la crisis es volver a la situación de varias décadas atrás, haciendo que los precios inmobiliarios bajen hasta nivel que tenían en el pasado, cuando la economía española era competitiva con respecto a otros países como Alemania.

Las ventas por debajo de coste se incrementan

El siguiente artículo muestra como la creencia de que nadie está dispuesto a vender una vivienda por debajo del precio que pagó es falsa.

Los estragos que está ocasionando la explosión de la burbuja inmobiliaria hacen que cada vez un mayor número de operaciones de compra-venta se estén cerrando a un precio inferior al que se compró la vivienda.

Por otro lado, es complicado vender una vivienda por debajo de un precio que no permita pagar el capital que queda por amortizar en la hipoteca, ya que el banco que hizo el préstamo lo impide. Por lo tanto, este capital es el límite inferior del precio al que se puede vender una vivienda hipotecada.

Este límite inferior va bajando conforme pasa el tiempo, pues conforme se devuelve el dinero que se debe al banco el saldo vivo de la hipoteca decrece. Por lo tanto, la pérdida económica por vender por debajo del precio de coste, es cada vez mayor porque crece conforme se amortiza el capital de la hipoteca.