La falsa recuperación de la economía española
En este artículo se hace una análisis que desmiente los cantos de sirena de determinados organismos en los que respecta a la recuperación económica del país.
Obviamente al ser 2015 un año electoral, y para contrarrestar el auge de los nuevos partidos que han captado un volumen apreciable de votos, se está “vendiendo” el fin definitivo de la crisis. Hecho que no se corresponde con los tozudos datos que se recogen en el artículo.
Lo que hay que destacar es que el modelo productivo de la economía no ha cambiado, es decir, sigue teniendo un peso importante los mismos sectores responsables de la burbuja inmobiliaria. Básicamente esto se refleja en que en cuanto crece un poco el PIB, el déficit por cuenta corriente (la diferencia entre lo que se importa del extranjero y lo que se exporta) aumenta de forma desorbitada. El modelo productivo debería cambiar para que el país se convierta en exportador, como Alemania, y de esta manera se puedan pagar las deudas contraídas con el resto de países. Esto quiere decir que no es verdad que se hayan hecho las reformas estructurales necesarias para cambiar el modelo productivo.
Otra falacia es que el país se esté comportando de manera austera, es cierto que las familias y las empresas se han ajustado el cinturón, pero hay que tener en cuenta el gasto público. Y resulta que la deuda pública aumenta de forma desorbitada, al mayor ritmo en comparación de los países del entorno. Eso quiere decir que es del todo insostenible el tamaño del conjunto de las administraciones públicas, los impuestos que se recaudan no son suficientes para pagar todo el sector público. Mientras el Gobierno consiga que otros países les sigan prestando dinero, este hecho no se nota, pero sólo quedan algunos trimestres para que sea matemáticamente imposible que con los impuestos que se recaudan se puedan pagar los intereses de la deuda. Ahora mismo aproximadamente un tercio de los impuestos recaudados se usa para pagar la deuda, no se puede estirar esto mucho más, una vez que se llegue al límite fiscal nadie va a prestar más dinero al Gobierno. Simplemente hay que fijarse en el precedente de Grecia para averiguar las consecuencias de esto.
También hay que destacar la pobre mejora del paro, sigue habiendo una tasa de paro muy alta si se compara con otros países del entorno. Es muy preocupante el gran número de parados de larga duración, que son incapaces de reconvertirse a otros sectores, aunque también hay que tener en cuenta que no hay otros sectores que tiren de la economía, como se ha indicado anteriormente el modelo productivo no ha cambiado. Por lo tanto resulta que el esfuerzo de reconvertirse es inútil para el parado.
Los empleos que se crean son de muy baja calidad y alta temporalidad, eso explica lo que se presenta en este otro artículo, pese al aumento de afiliados a la Seguridad Social, apenas se consiguen aumentar los ingresos por cotizantes si se compara con comportamientos de varios años anteriores. De igual manera, los sectores en los que se crea empleo son los de siempre, que requieren mano de obra intensiva y de baja cualificación. En la época de la burbuja inmobiliaria estos trabajadores gozaban de salarios decentes, y por eso las cuotas a la Seguridad Social aumentaban apreciablemente con el descenso del paro, una vez que la burbuja inmobiliaria a reventado, cuando se crean empleos de baja cualificación es con salarios de miseria, lo que explica que apenas aumenten los ingresos de la SS, que de hecho está ingresando menos de los que esperaba el Gobierno.
Finalmente destacar que el leve aumento de precios INTERMENSUAL de la vivienda en el algunas zonas, es un espejismo al igual que la recuperación económica, la burbuja inmobiliaria no se va a volver a hinchar, más bien todo lo contrario, una vez que se llegue al límite fiscal, y el Estado no pueda endeudarse más, la caída del precio de la vivienda se seguirá produciendo.
Obviamente al ser 2015 un año electoral, y para contrarrestar el auge de los nuevos partidos que han captado un volumen apreciable de votos, se está “vendiendo” el fin definitivo de la crisis. Hecho que no se corresponde con los tozudos datos que se recogen en el artículo.
Lo que hay que destacar es que el modelo productivo de la economía no ha cambiado, es decir, sigue teniendo un peso importante los mismos sectores responsables de la burbuja inmobiliaria. Básicamente esto se refleja en que en cuanto crece un poco el PIB, el déficit por cuenta corriente (la diferencia entre lo que se importa del extranjero y lo que se exporta) aumenta de forma desorbitada. El modelo productivo debería cambiar para que el país se convierta en exportador, como Alemania, y de esta manera se puedan pagar las deudas contraídas con el resto de países. Esto quiere decir que no es verdad que se hayan hecho las reformas estructurales necesarias para cambiar el modelo productivo.
Otra falacia es que el país se esté comportando de manera austera, es cierto que las familias y las empresas se han ajustado el cinturón, pero hay que tener en cuenta el gasto público. Y resulta que la deuda pública aumenta de forma desorbitada, al mayor ritmo en comparación de los países del entorno. Eso quiere decir que es del todo insostenible el tamaño del conjunto de las administraciones públicas, los impuestos que se recaudan no son suficientes para pagar todo el sector público. Mientras el Gobierno consiga que otros países les sigan prestando dinero, este hecho no se nota, pero sólo quedan algunos trimestres para que sea matemáticamente imposible que con los impuestos que se recaudan se puedan pagar los intereses de la deuda. Ahora mismo aproximadamente un tercio de los impuestos recaudados se usa para pagar la deuda, no se puede estirar esto mucho más, una vez que se llegue al límite fiscal nadie va a prestar más dinero al Gobierno. Simplemente hay que fijarse en el precedente de Grecia para averiguar las consecuencias de esto.
También hay que destacar la pobre mejora del paro, sigue habiendo una tasa de paro muy alta si se compara con otros países del entorno. Es muy preocupante el gran número de parados de larga duración, que son incapaces de reconvertirse a otros sectores, aunque también hay que tener en cuenta que no hay otros sectores que tiren de la economía, como se ha indicado anteriormente el modelo productivo no ha cambiado. Por lo tanto resulta que el esfuerzo de reconvertirse es inútil para el parado.
Los empleos que se crean son de muy baja calidad y alta temporalidad, eso explica lo que se presenta en este otro artículo, pese al aumento de afiliados a la Seguridad Social, apenas se consiguen aumentar los ingresos por cotizantes si se compara con comportamientos de varios años anteriores. De igual manera, los sectores en los que se crea empleo son los de siempre, que requieren mano de obra intensiva y de baja cualificación. En la época de la burbuja inmobiliaria estos trabajadores gozaban de salarios decentes, y por eso las cuotas a la Seguridad Social aumentaban apreciablemente con el descenso del paro, una vez que la burbuja inmobiliaria a reventado, cuando se crean empleos de baja cualificación es con salarios de miseria, lo que explica que apenas aumenten los ingresos de la SS, que de hecho está ingresando menos de los que esperaba el Gobierno.
Finalmente destacar que el leve aumento de precios INTERMENSUAL de la vivienda en el algunas zonas, es un espejismo al igual que la recuperación económica, la burbuja inmobiliaria no se va a volver a hinchar, más bien todo lo contrario, una vez que se llegue al límite fiscal, y el Estado no pueda endeudarse más, la caída del precio de la vivienda se seguirá produciendo.