lunes, abril 14, 2008

La banca siempre gana

A la hora de conceder una hipoteca el Banco o Caja de Ahorro correspondiente encarga una tasación sobre la vivienda a hipotecar. Obviamente le encarga la tasación a la tasadora que le interesa, a la que va a poner el precio que dice la entidad de crédito. Es decir, las compañías de tasación y las entidades de crédito no son independientes.

Durante estos últimos años, los bancos y cajas se han encargado de inflar los precios de las viviendas con el objeto de captar más clientes (por ejemplo para hacer que el 80% de la hipoteca cubriese el 100% del precio de la vivienda) y atarles a hipotecas más duraderas con mayor coste total de intereses.

Era de esperar que si un banco o caja tasa una casa debería ser consecuente con dicho valor de tasación, es decir, asumir durante toda la vida del crédito que la correspondiente vivienda vale como mínimo lo que ellos han aceptado como valor de tasación. Sin embargo hay una normativa vigente desde 1981 que cubre las espaldas de los bancos en el caso de que la vivienda valga un 20% menos del valor de tasación como refleja esta noticia.

La norma no ha sido aplicada en 20 años porque la vivienda no hacía más que subir, pero ahora que la vivienda baja de precio hay que tenerla muy en cuenta, de hecho como se dice en esta noticia se está volviendo a redactar para hacerla más comprensible, pero su función se mantiene. Esto es síntoma de que el Gobierno se pone del lado de las entidades de crédito para que no tengan problemas con la devaluación de la vivienda.

Esta norma lo que dice es que la entidad de crédito que concede la hipoteca puede exigir avales adicionales si la vivienda baja un 20% sobre el valor de tasación inicial. Se puede, por ejemplo, pedir el aval de otros familiares como los padres del hipotecado. De esta manera si llegado el caso, el deudor no puede pagar la deuda, la casa se subastaría, y si el dinero que recauda el banco no es suficiente para cubrir la deuda (una situación más que probable con la vivienda bajando de precio) pues el banco se quedaría con propiedades de los avalistas hasta conseguir cobrar toda la deuda.

Como se ve los bancos y cajas está perfectamente preparados para soportar la crisis inmobiliaria a costa de los que ya han comprado. Los que todavía no han comprado deberían esperar a que la vivienda baje hasta un precio justo y evitar así los riegos de los hipotecados actuales.