El ladrillo se derrumba

Por fin los promotores inmobiliarios reconocen la situación actual que vive el sector. Después de mantener durante años y años que era metafísicamente imposible que la vivienda bajase de precio, pronostican una caída del 8% del precio durante 2008 como se lee en esta noticia y aquí.

Es tan importante este tema que hasta sale en televisión:


Es lógico que se resistiesen tanto a reconocer que la vivienda baja de precio, pues precisamente viven de vender viviendas y el reconocer que la vivienda baja de precio hace que los compradores retrasen su decisión, para que comprar ahora si luego estará más barato.

La vivienda se ha duplicado de precio en un plazo muy breve de tiempo y es lógico que le toque bajar, sin embargo estos promotores negaban la cruda realidad.

Ahora ya no tienen nada que perder reconociendo las caídas de precio pues el mercado se ha enfriado rápidamente y el ritmo de compra-venta ha caído agudamente. Y esto además hace que la deuda de las compañías inmobiliarias crezca peligrosamente al no poder vender las promociones.

Pero estos mismos promotores tienen la solución a su problema, reducir sus beneficios y lo pueden hacer perfectamente. Hay que tener en cuanta que durante estos años han tenido márgenes de beneficio de hasta un 100% sobre el precio de la vivienda. Lo primero es reducir estos márgenes, si hace falta incluso asumir pérdidas que pueden compensarse con los abultados beneficios que han cosechado durante el inflado de la burbuja inmobiliaria.

Si se siguen manteniendo en una posición de avaricia como hasta ahora no van a sobrevivir al parón inmobiliario, ya vemos como se están sucediendo diversas quiebras de empresas inmobiliarias españolas.

Los compradores es mejor que retrasen su decisión de compra. Mientras, los promotores, deben bajar el precio de la vivienda.