lunes, septiembre 03, 2007

El fin del dinero barato

La burbuja inmobiliaria española se ha creado fundamentalmente por tener acceso a dinero barato durante muchos años, desde que entramos en el euro prácticamente. Es decir, se ha tendido la posibilidad de acceder a préstamos a un bajo tipo de interés, más bajo del que en realidad nos correspondería según los datos de nuestra economía.

Dicen que los tipos de interés neutrales, los que sirven para ni calentar ni enfriar el ritmo económico deben ser iguales al crecimiento del PIB + la inflación. Durante mucho tiempo venimos disfrutando de tipos de interés por debajo de este umbral, incluso por debajo de la inflación. Esto ha provocado un recalentamiento de nuestra economía cuyo principal efecto ha sido el crecimiento desmesurado de los precios de la vivienda, pues prácticamente cualquiera podía acceder a una hipoteca, es el dinero barato.

La crisis hipotecaria de EEUU, la crisis de las hipotecas basura, de hipotecas que se han concedido a personas de dudosa solvencia ha puesto en evidencia las locuras bancarias que se llevan haciendo. Un banco debe ser responsable del dinero que presta y no conceder dichas hipotecas basura, porque si no corre el riesgo de que no le puedan devolver el dinero y entrar en quiebra afectando a todos sus clientes e incluso a otros bancos.

Los bancos se han puesto manos a la obra para corregir estos excesos, son más escrupulosos a la hora de prestar su dinero, no sólo a las personas de a pie, sino también a otros bancos. Es por esta razón por la que el tipo de interés al que se prestan los bancos en Europa ha acelerado su escalada, tanto que el BCE se ha visto obligado a prestar dinero, a inyectar liquidez para que el Euribor no subiese más de lo que le interesa. El BCE está interesado en que el Euribor vaya subiendo, por eso lleva incrementando los tipos de interés periódicamente, pero que lo haga de forma suave porque si no podría producirse una crisis económica.

En definitiva, las perspectivas son que el Euribor siga subiendo, que la concesión de hipotecas siga frenádose y por lo tanto que el precio de la vivienda en España baje.